1) La peste acaba con una víctima. Códice Stiny. Biblioteca Universitaria, Praga. Werner Forman. Tomado de: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-negra-epidemia-mas-mortifera_6280
2) Habitantes de Tournai, Bélgica, conduciendo los ataúdes con los muertos de peste al cementerio. Miniatura de Pierart dou Tielt. Tomado de: https://enciclopediadehistoria.com/peste-negra/#Causas_y_consecuencias_de_la_peste_negra
3). Le miroir historial, siglo XV. Museo Condé, Chantilly.
Tomado de: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-negra-epidemia-mas-mortifera_6280
Es conocida esta pandemia también como la “muerte negra”. Se refiere a una peste bubónica, una enfermedad que se propagó en Europa, parte de Asia y el norte de África especialmente durante los siglos XIV, XV y XVI, aunque hubo brotes importantes incluso hasta el siglo XVIII.
Origen
Su origen data a mediados del siglo XIV, entre 1346 y 1347 en Europa. Desde entonces la peste negra se convirtió en una inseparable compañera de viaje de la población europea, hasta su último brote a principios del siglo XVIII.
El origen de las enfermedades contagiosas en la Edad Media tenía explicaciones muy diversas. Algunas, heredadas de la medicina clásica griega, atribuían el mal a los miasmas, es decir, a la corrupción del aire provocada por la emanación de materia orgánica en descomposición. Hubo quienes imaginaron que la peste podía tener un origen astrológico o bien geológico, como producto de erupciones volcánicas y movimientos sísmicos que liberaban gases y efluvios tóxicos.
Todos estos hechos se consideraban fenómenos sobrenaturales atribuidos a la cólera divina por los pecados de la humanidad. En el siglo XIX, se abandonó la creencia en un origen sobrenatural de la peste. El miedo a una posible propagación global de la epidemia, que en ese momento ya se había extendido por vastas regiones de Asia, impulsó la investigación científica. Fue así como los bacteriólogos Kitasato y Yersin, de manera independiente pero casi simultánea, descubrieron que la bacteria yersinia pestis era la causa de la peste bubónica. Esta bacteria afectaba a las ratas negras y otros roedores, transmitiéndose a través de parásitos que vivían en esos animales, particularmente las pulgas (chenopsylla cheopis), las cuales infectaban a los humanos al picarlos.
Al final, se descubre que la peste era una zoonosis, es decir, una enfermedad que se transmitía de animales a humanos. El contagio era fácil debido a la convivencia de ratas y humanos en graneros, molinos y casas, lugares donde se almacenaba o procesaba el grano que estos roedores consumían. Además, compartían los mismos caminos y medios de transporte, como los barcos.
La bacteria responsable de la enfermedad permanecía en los hogares durante un período de 16 a 23 días antes de que aparecieran los primeros síntomas. Pasaban de tres a cinco días más hasta que se producían las primeras muertes, y posiblemente otra semana hasta que la población tomaba plena conciencia de la magnitud del problema.
Los síntomas de la enfermedad se manifestaban en las ingles, axilas o cuello, con la inflamación de los nódulos del sistema linfático acompañada de supuraciones y fiebres altas que causaban escalofríos, calambres y delirio. El nódulo linfático inflamado recibía el nombre de bubón o carbunco, de donde proviene el término «peste bubónica».
La forma más común de la enfermedad era la peste bubónica primaria, pero también existían otras variantes: la peste septicémica, en la cual la infección se extendía a la sangre, manifestándose en manchas oscuras visibles en la piel, lo que le valió el nombre de «muerte negra» a la epidemia; y la peste neumónica, que afectaba el sistema respiratorio y causaba una tos productiva que podía transmitir la enfermedad por el aire. La peste septicémica y la neumónica no dejaban supervivientes.
Transmisión
La transmisión de la enfermedad fue principalmente a través de barcos y personas que transportaban las ratas y pulgas infectadas, sin ser conscientes de ello. Las grandes ciudades comerciales fueron los principales focos de recepción y desde allí se extendió a los pueblos cercanos y al campo circundante. Además, la plaga se propagó a través de las rutas comerciales marítimas, fluviales y terrestres, así como por los caminos de peregrinación, llegando a otros centros comerciales y manufactureros a grandes distancias.
La propagación marítima podía alcanzar unos 40 kilómetros al día, mientras que la terrestre era más lenta, entre 0,5 y 2 kilómetros diarios, especialmente en estaciones frías o regiones con bajas temperaturas y humedad. La plaga afectó a casi todas las regiones, con la posible excepción de Islandia y Finlandia.
En cuanto a las cifras de mortalidad de la peste negra, en la península Ibérica, por ejemplo, se estima que la población pudo haber disminuido de seis millones a dos o dos millones y medio, lo que significa que entre el 60 y el 65 por ciento de las personas habrían fallecido. En Navarra, se calcula que la tasa de mortalidad fue del 60 al 65 por ciento, mientras que en Cataluña se situó entre el 50 y el 70 por ciento. Más allá de los Pirineos, también se registraron datos que respaldan la idea de una catástrofe demográfica. En Perpiñán, falleció entre el 58 y el 68 por ciento de los notarios y jurisperitos, y cifras similares afectaron al clero en Inglaterra.
Tomado de: https://historia.nationalgeographic.com.es/a/peste-negra-epidemia-mas-mortifera_6280
Causas
- La peste bubónica es causada por la bacteria Yersinia pestis, esta se transmite a través de las pulgas de las ratas y otros animales.
- La propagación se veía favorecida por el desconocimiento del mecanismo de propagación de la bacteria, así como por las precarias condiciones de higiene de las ciudades.
- En la epidemia de 1347, las crisis económicas, así como las fallas en las cosechas en los años previos a causa de factores climáticos habían debilitado a la población.
Consecuencias
- El descenso abrupto de la población europea, especialmente la de las ciudades. La peste negra de 1347 provocó la pérdida de alrededor del 30% de la población de Europa.
- La aparición de áreas despobladas y abandonadas con intensos movimientos demográficos.
- En un primer momento, al finalizar la peste la población dispuso de una cantidad de recursos mayor de la habitual, pero al escasear la mano de obra, con el tiempo se produjo una retracción de la economía, el comercio y la producción agrícola provocando desabastecimiento.
- Algunos autores consideran que la epidemia del siglo XIV fue un factor que aceleró el final de la Edad Media, ya que la escasez de mano de obra y la crisis económica favoreció la creatividad e innovación.
Tomado de: https://enciclopediadehistoria.com/peste-negra/#Causas_y_consecuencias_de_la_peste_negra
Referencias: